Un mundo semiotizado para un niño que se forma éticamente. Las “pantallas”: lugar de construcción de valores sociales.


Para citar este artículo:

GUIÑAZÚ, L. (2006) “Un mundo semiotizado para un niño que se forma éticamente. Las “pantallas”: lugar de construcción de valores sociales” IV Jornadas de Bioética La enseñanza de la Bioética en los diferentes niveles educativos. Río Cuarto: UNRC. ISBN: 950-665-411-5. Pág.70-75


UN MUNDO SEMIOTIZADO PARA UN NIÑO QUE SE FORMA ÉTICAMENTE. LAS “PANTALLAS”: LUGAR DE CONSTRUCCIÓN DE VALORES SOCIALES[1].

Prof. Mgter. Liliana Inés GUIÑAZÚ[2]

RESUMEN:
            En una sociedad como la actual, tan dinámica y apabullante, ensordecedora, enceguecedora, que no deja tiempo para pensar en el verdadero sentido de la vida, parece necesario detenerse un momento a reflexionar acerca de un fenómeno de nuestros días: el poder de las “pantallas” frente a la “inocencia” de los niños en el Nivel Inicial de su formación cultural y específicamente de los dibujos animados.
            Consideramos que los modelos y estilos de vida que ofrecen estos programas infantiles, influyen en los modos de comportamiento, superando incluso la parte formativa que les corresponde a los padres. En ese sentido, proponemos un enfoque semiótico para el análisis de los diferentes sistemas de signos que de una u otra manera instituyen los sentidos que prevalecen en nuestras representaciones sociales y que forjan dichas conductas.
En esta cultura digital, del zapping, de los mundos virtuales, de la Inteligencia Artificial y de una estética que contempla exclusivamente los efectos especiales, es posible identificar valores para sembrar una cultura de paz. Ello, a partir de un enfoque crítico y necesario de los medios de comunicación de masas, como lugares que se envisten de sentido para construir una visión de mundo y en consecuencia, en tanto son discursos sociales que manipulan cuestiones éticas aún sin resolver.


PRESENTACIÓN:

El tema, o los temas, que pretendo poner a consideración de quienes estén interesados, contempla una perspectiva inter y transdisciplinar a partir de la cual se desarrolla este trabajo. En el marco metodológico de la Semiótica y de una manera de abordar problemáticas socio-educativas, esta investigación busca acercar fundamentos generales de los modos de funcionamiento de los discursos mediáticos (Teorías de la Comunicación), de los recursos o materiales que forman parte de la cotidianeidad (Tecnología) y que intervienen de alguna manera en las prácticas educativas (Didáctica), a la vez que contribuyen en la constitución de un sujeto ético que está en pleno desarrollo (Psicología del niño en el Nivel Inicial) y formación de representaciones sociales (Psicología Social). En esta instancia, pretendo delimitar espacios disciplinares y metodológicos en el proceso investigativo, a la vez que dejar planteada una problemática actual, a los fines de fijar un compromiso de vida en el marco de la ética.

Para ello, junto a mi equipo de trabajo, partimos de la consideración de que existe una relación inversa entre el tiempo que los niños dedican a las “pantallas” y aquel que concierne a otro tipo de atenciones, la familia o el deporte, por ejemplo. Así mismo, creemos que los modelos y estilos de vida que ofrecen estos programas infantiles influyen en los modos de comportamiento, superando incluso la parte formativa que corresponde a los padres. En este sentido, abordamos la comunicación como instrumento de divulgación y formación cultural de la comunidad infantil y específicamente, los modos de incidencia, como posibles forjadores de determinadas conductas.  En ese sentido, proponemos un enfoque semiótico para el análisis de los diferentes sistemas de signos que de una u otra manera instituyen los sentidos que prevalecen en las representaciones sociales.
El eje temático es el conocimiento del mundo a través de “las pantallas”, alrededor del cual interactúan: la construcción de valores, las representaciones sociales, los medios de comunicación de masas en general y la televisión en particular, los dibujos animados, entre otros.

En la investigación y en esta presentación, me referiré permanentemente y de modo general, a « las pantallas » sin especificar el soporte, ya que estaré apuntando a cualquier sistema semiótico que interactúa con el niño a través de una pantalla, ya sea de televisión o cine, ya sea de computadora o videojuego. El uso aquí del término “pantalla” obedece una elección del investigador, ya que “la pantalla” es un objeto cuya única finalidad es la de interponerse entre el espectador y el contenido del medio de comunicación. Dice el diccionario que es “una lámina que se sujeta alrededor o delante de la luz artificial para que no moleste la vista o para dirigirla”; en este trabajo retenemos el segundo aspecto, ya que consideramos que la pantalla impone los límites de la percepción y es el marco donde se fija la atención del niño. También dice el diccionario que es el “telón sobre el cual se proyectan las figuras del cinematógrafo”; nuestro estudio se basa en representaciones y precisamente, en que existe un mundo que se proyecta al niño. Finalmente, en un sentido figurativo, se denomina “pantalla” a una “persona o cosa que, puesta delante de otra, la oculta o le hace sombra”, al igual que la “persona que llama hacia sí la atención en tanto otra hace ocultamente algo” (Diccionario KARTEN ilustrado, 1974). Precisamente, esta investigación pretende desocultar los sentidos ocultos entre las sombras significantes que conforman una estrategia propia de los discursos multimediales y que logran captar la atención del niño.


DESARROLLO
Todo cuanto somos capaces de ver, lo vemos porque significa. Todo lo que vemos, todo lo que conocemos, sentimos, soñamos, está semiotizado, significa, es signo presente de algo que está ausente. Una de las maneras para comprender los fenómenos sociales, la que adopto aquí, es a través de la Semiótica, como disciplina teórica pero también como metodología capaz de proporcionarnos los instrumentos necesarios para explicar cómo y por qué un determinado fenómeno adquiere en una determinada sociedad y en un determinado momento histórico de tal sociedad, una determinada significación y cómo se la comunica y cuáles son sus posibilidades de transformación (Magariños de Morentin, 1996). Y esto se logra precisamente, estudiando discursos sociales, estudiando el sistema de los signos que están vigentes en una sociedad y las características de su utilización.

Además de los signos verbales estudiados principalmente por la lingüística, nos enfrentamos permanentemente con otros signos, visuales en la mayoría de los casos, pero también comportamentales, gestuales, indiciales. Precisamente, entre los rasgos que caracterizan la cultura de hoy, la tecnología y su multiplicidad de signos ocupa un lugar relevante: el fluir acelerado de las imágenes en movimiento, la saturación de colores y formas, el dinamismo con que nos llega la información desde los medios, las diferentes tipografías, personajes que dicen poco, personajes de mucha acción, personajes del orden del hacer.

En esta cultura digital, del zapping, de los mundos virtuales, de la Inteligencia Artificial y de una estética que contempla exclusivamente los efectos especiales, es posible identificar valores para sembrar una cultura de paz. Ello, a partir de un enfoque crítico y necesario de los medios de comunicación de masas, como lugares que se envisten de sentido para construir una visión de mundo y en consecuencia, en tanto son discursos sociales que manipulan cuestiones éticas aún sin resolver.
Y es por ello que nuestro centro de interés radica en el Nivel Inicial, cuando el niño no ha adquirido aún el código verbal o lo está adquiriendo paulatinamente, y las imágenes cumplen un rol importante como íconos, como índices, como símbolos capaces de generar conocimiento y contribuir en su formación cultural.
Durante mucho tiempo se privilegió el aspecto icónico y denotativo de las imágenes, su representatividad, sobre todo en lo que se refiere a lectura de materiales didácticos audiovisuales, pero también en la transmisión de información desde los medios. Actualmente, las implicancias socio-culturales son una herramienta fuerte a la hora de encontrar sentido a las imágenes.

Nuestro compromiso, como personas pertenecientes a una cultura determinada, y como adultos responsables de forjar el destino de nuestros niños, es interpretar esos signos, no pasivamente, sino de manera humanística, crítica, reflexiva, como seres pensantes y libres. La finalidad de esta presentación es entonces, y humildemente, despertar inquietudes que movilicen a actuar frente a algunas cuestiones que son tan cotidianas que pasan desapercibidas y pocas veces llegamos a analizar. Propongo pensar en los diferentes modos en que los niños reciben información, a través de las “pantallas” de los medios de comunicación masiva, como lugar de encuentro de diferentes sistemas semióticos.
El desarrollo tecnológico ha hecho posible una nueva forma de comunicación humana, la comunicación de masas, cuyas características pueden tener, y de hecho tienen, importantes consecuencias sociales. Sin detenernos en aspectos teóricos, solamente retengo aquí la amplitud, heterogeneidad y anonimato del público-auditorio y rescato entre sus funciones la transmisión de la herencia social de una generación a otra. Hay una transmisión de la cultura, en cuanto hay comunicación de la información, de los valores y las normas sociales que se transmiten de una generación a otra. En ese sentido, podemos pensar que se trata de una actividad educacional.  Y por lo tanto, lo que nos debe interesar es precisamente, cuáles son las consecuencias, los efectos de esa transmisión cultural.

Pensemos qué significa para un niño que está absorbiendo un constante flujo de datos sobre diferentes sucesos, ¿ficticios?, que acaecen en la sociedad y en el mundo entero. Por ejemplo, la información acerca de las condiciones de vida e ideología en otras sociedades puede llevar a comparaciones individuales con las condiciones de vida del propio entorno. En este sentido, y en nuestra relación con los medios, adherimos a la idea de que no es porque hemos constatado que un discurso es verdadero que creemos en él; es porque creemos en él que lo consideramos verdadero.


ACERCA DE LA INVESTIGACIÓN

El tema que nos reúne como grupo de investigación, además de un interés especial por los niños y las retóricas multimediales, se apoya en tres consideraciones iniciales:
a)                          La educación se encuentra influida por el contexto científico y social que la enmarca, condicionado en gran medida por el constante desarrollo tecnológico.
b)                         La Didáctica se construye sobre la base de un concepto de educación que tiene en cuenta el análisis de los procesos de comunicación y sus permanentes intercambios de significaciones, procesos que intervienen en el desarrollo personal del niño y colaboran en la construcción de conocimientos.
c)                          La indudable influencia que ejercen las Tecnologías en la sociedad en general y en el ámbito infantil en particular, se manifiesta de diferentes formas y adquiere tantos sentidos como interpretaciones podamos darle. Con este estudio nos proponemos dar cuenta de este fenómeno social y comprender su alcance en un ámbito específico.
Es así que el tema principal que nos ocupa es la posible influencia de los programas infantiles, juegos en computadora y eventualmente, películas de cine, en la formación cultural del niño en su etapa inicial, y nuestro punto de partida para llegar a explicar la significación de este fenómeno social es el Análisis de los Discursos, de enfoque semiótico, en sus tres aspectos: icónico, indicial, simbólico. Este procedimiento nos permitirá indagar acerca de cuáles son las estrategias de seducción que se imponen desde la producción discursiva multimedial, capaces de generar representaciones y valores sociales.

Con la finalidad de focalizar esta investigación nos preguntamos:
¿Cuáles son las preferencias de los niños en su etapa inicial cuando “se entretienen”?¿Qué lugar ocupa la televisión, la computadora y el cine, en su vida cotidiana? ¿Cuáles son los mecanismos semióticos que rigen la constitución de significados y consecuentemente, de conocimiento del mundo, en los programas de mayor audiencia infantil? Dicho de otra manera, ¿Cuáles son los rasgos distintivos que seducen a las audiencias infantiles?, ¿Cómo operan los procesos de comunicación, específicamente cuando los receptores son niños del nivel inicial, en la construcción de significados?, ¿Cuáles son las representaciones sociales que podrían generar aquellos programas infantiles de mayor audiencia en niños de la ciudad de Río Cuarto?

Tal como lo mencioné al principio, la inquietud nace a partir de algunos estudios teóricos provenientes de diferentes disciplinas, pero también tenemos en cuenta ciertas constataciones empíricas.
Con respecto a los primeros mencionaré algunas ideas, a modo de síntesis:
a) Desde que  nace, el ser humano se desarrolla en un continuo proceso de conocimiento, a la vez que recibe, desde todos los ámbitos, un flujo ininterrumpido de señales que sobresaturan sus capacidades perceptivas. Entre otras, hay señales artificiales, creadas por el hombre, que algunos autores prefieren llamar "unidades culturales" (Eco, 1968), las cuales constituyen unidades de información semiótica y socialmente codificadas.
b) Según Grossi (1983) existe una gran parte de la realidad que los sujetos no experimentan directamente ni analizan interactivamente en la vida cotidiana, sino que viven estos acontecimientos exclusivamente a través de la mediación simbólica de los medios de comunicación de masas. Si esta afirmación la consideramos en el ámbito de la educación inicial (formal y no formal), se hace innegable el lugar que ocupan los medios de comunicación como transmisores de la herencia cultural. También Harold Lasswell, citado por Wrigth, señala entre las actividades más importantes de los trabajadores de la comunicación de masas la transmisión de la herencia social de una generación a la otra siguiente. Se refiere a la comunicación de la información, valores y normas sociales de una generación a otra o de miembros de un grupo a aquellos que pasan a integrarlo.[i] Al respecto, es importante destacar la despersonalización a través de los medios masivos. “David Riesman destacó que las enseñanzas morales de los cuentos contados a través de medios masivos no pueden ser ajustadas a la capacidad de cada oyente, tal como puede hacerse en una historia contada personalmente. De aquí que al niño hipersensible pueda resultarle excesivamente penoso tener que internalizar las lecciones culturales mediatas que le transmiten los libros, películas, televisión y otros medios masivos”.[ii]
c) Algunos autores se refieren a las representaciones sociales como construcciones semióticas dado que les confieren naturaleza de signos (Lloyd y Duvween, 2003). Los estudios de la Psicología Cognitiva las presentan como “entidades cognitivas no observables directamente,(…) cogniscibles mediante el empleo de operaciones experimentales sobre comportamientos observables”(Houdé, 2003). En un sentido amplio, pero pertinente para nuestro estudio, se trata de un conocimiento del mundo que surge a partir del sentido común, de las creencias y valores individuales con implicaciones sociales (Moscovici, 1986)

Con respecto al segundo aspecto diré que:
Nuestros niños, los niños del siglo XXI, se han gestado en un contexto tecnológico que se inicia en lo cotidiano y familiar y se extiende hacia todos los ámbitos. Su relación con "la pantalla" es cada vez más estrecha e inquebrantable. De los innumerables "objetos" con los que conviven, merece nuestra atención el lugar que ocupa la computadora, atractivo innegable, y la televisión, como entretenimiento, pero también y principalmente, como transmisores de cultura.
Como adultos responsables, nos enfrentamos con situaciones críticas que nos movilizan el pensamiento, frente a la vorágine que se desata con cada uno de los avances tecnológicos y su inserción social. En sus primeros años de vida, el niño ocupa sus horas con juegos y entretenimientos. Sin embargo, no podemos reducir el lugar que ocupan “las pantallas” en la vida del niño a un mero instrumento comunicativo al servicio del entretenimiento, pues debemos entender que nos estamos refiriendo a discursos sociales y por lo tanto, a lugares de construcción de sentidos que ofrece a estos destinatarios infantiles, una manera de comprender y relacionarse con el exterior. A través de “las pantallas” se instituyen valores sociales. Dicho de otra manera, la retórica multimedial supera la esfera del entretenimiento para forjar actitudes y modelos de conducta. Conocerla, sentaría las bases de futuras indagaciones.
En este contexto, los docentes del nivel inicial, concientes de la enorme fuerza de penetración y el interesante potencial educativo que los nuevos canales de información podrían poner a su servicio, se encuentran frente a una encrucijada difícil de salir y se cuestionan determinadas acciones sociales que conforman la vorágine de discursos acerca de “las bondades” de la computadora en la enseñanza (Guiñazú, 2002). En el Nivel Inicial, lo dije al principio, las imágenes cumplen un rol importante como disparador de acciones pedagógicas. Somos concientes de que las implicancias socio-culturales son una herramienta muy fuerte a la hora de encontrar el sentido a una imagen. El niño de la primera infancia vive en un mundo de imágenes que debe ser verbalizado. Consideramos que una tarea del docente es la de orientar la lectura y hacer que la polisemia haga resurgir el sentido más apropiado para interpretar este bombardeo de imágenes que se impone. Para ello, será necesario contar con un marco teórico-metodológico apropiado que propicie análisis críticos de los sistemas semióticos instituidos en "las pantallas" y que permita al docente manipular los diferentes lenguajes ya sea para comprender el sentido de los discursos sociales que circulan en el ámbito infantil, ya sea para implementar propuestas didácticas de envergadura.

El problema a ser indagado en este trabajo se inscribe en un área en la que no habría suficientes estudios pertinentes para la formulación de hipótesis significativas. En este caso, es menester colocar en evidencia el estado actual de la relación entre el niño y los mundos semióticos posibles a través de las pantallas, siguiendo un estudio exploratorio que de cuenta de aspectos reutilizables en futuras investigaciones, razón por la cual podría expresar que se trata de una etapa inicial en un proceso continuo de investigación. Sin embargo, podría aventurar algunas ideas que se acerquen a lo que podría considerarse hipótesis de trabajo:
Nuestra hipótesis inicial considera a “las pantallas” que seducen al niño en su primera infancia como un proceso de producción de formas culturales y como uno de los soportes más poderosos de construcción de representaciones sociales y de transmisión de la herencia cultural. En ese sentido, el análisis de los discursos mediáticos tendrá que encontrar en el examen de esas configuraciones significantes un campo de aplicación fecundo así como un objeto “hablante”.

Desde este enfoque, podríamos hablar de: a) una hipótesis metodológica según la cual el análisis de los discursos multimediales desde una perspectiva semiótica es la manera apropiada para detectar representaciones sociales e interpretarlas en sus relaciones interdiscursivas; b) una hipótesis teórica que considera a los medios de comunicación de masas como contenedores de una retórica especial que influye en la constitución del sujeto-niño y su relación con el entorno, siendo esto último una base indispensable para su desarrollo futuro.


Objetivos

  • Determinar cuáles son los programas “en pantalla” que eligen ver los niños del nivel inicial, como parte de su momento de juego o entretenimiento.
  • Reconocer las diferentes semiosis que operan en los programas preferidos y por lo tanto, que interactúan con los niños en el nivel inicial de su formación cultural.
  • Aplicar una metodología de investigación semiótica que sea apropiada para el estudio de las estrategias retóricas multimediales y contemple principalmente una semiología de mensajes visuales.
  • Interpretar estos discursos multimediales desde una perspectiva semiótica.
  • Indagar, a partir del estudio arriba mencionado, acerca de la construcción de representaciones sociales como posible efecto de sentido.


Metodología:

En una primera instancia y a modo de diagnóstico, se procederá a un Análisis Cuantitativo (estadístico) de los datos acerca del consumo y las audiencias, a los fines de determinar los programas “en pantalla” que eligen ver los niños, así como también sus preferencias en cuanto a juegos de distinta índole.
Por tratarse de una investigación semiótica-cognitiva, este estudio se desarrollará a partir de una metodología Cualitativa-Interpretativa.
Desde un enfoque semiótico, buscamos fundamentar una serie de operaciones empíricas destinadas a explicar el proceso de producción de la significación que opera en las semiosis específicas, icónica, simbólica, indicial, en soportes multimediales.

En esta primera etapa, a modo de diagnóstico, estamos en pleno proceso de recolección de los datos necesarios para identificar el corpus discursivo a analizar posteriormente. En primer lugar, elaboramos un cuestionario estructurado, a ser completado por los padres de los niños de la sala de 4 y de 5 años de dos Instituciones Públicas de Nivel Inicial y otra privada de la ciudad de Río Cuarto (Córdoba), información que será procesada a partir de un análisis cuantitativo.
Los datos para nuestra investigación son los discursos sociales. En la retórica multimedial se configuran los sentidos; además de constituir un soporte material para el estudio de las representaciones sociales, es un instrumento interesante para el estudio de la producción discursiva.


Alguien dijo alguna vez que los valores sociales, como la paz, la amistad, la solidaridad, el amor se logran con otro valor: la sabiduría. Saber mirar los discursos de los medios de comunicación con sabiduría, con reflexión, con inteligencia, podría ser un comienzo de transformación.




[1] Esta presentación se enmarca en el proyecto de investigación que dirige la autora, El niño y su relación con el mundo a través de las “pantallas”: configuración de una retórica multimedial generadora de valores sociales, aprobado por la Agencia Córdoba Ciencia y la SeCyT de la UNRC.
[2] Profesora Adjunta en las cátedra “Seminario de Semiótica” y “Teoría de la Comunicación Humana” del Dpto. de Lenguas y “Tecnología y su didáctica” del Dpto. de Educación Inicial, de la Facultad de Ciencias Humanas, UNRC.

[i] WRIGHT, CH.R.  Comunicación de masas. Barcelona: Paidós. P.15-16
[ii] Citado por WRIGHT, ib.p.25.


BIBLIOGRAFÍA GENERAL
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CASTORINA, José Antonio. (1999) Representaciones Sociales. Buenos Aires: Gedisa.
DELADALLE, Gérard. (1996) Leer a Peirce hoy. Barcelona: Gedisa.
DEL COTO, María Rosa (1996) De los códigos a los discursos, Buenos Aires: Docencia.
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                (2005) Introducción a la(s) Semiótica(s).  Nociones básicas y estrategias de aplicación. Río Cuarto: Comité Editor de la Facultad de Ciencias Humanas. U.N.R.C. I.S.B.N.: 950-665-296-1
MAGARIÑOS DE MORENTIN, Juan (1996) Los Fundamentos Lógicos de la Semiótica y su Práctica. Buenos Aires: Edicial.
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